Con la llegada del otoño, la isla despliega los paisajes más memorables. Lengas rojas y amarillas junto a ñires verdes, montañas blancas, lagunas esmeraldas y mar azulado.

Es un buen momento para relajarse y contemplar la naturaleza a través de paseos cortos en las ciudades, recorriendo el paseo costero en Ushuaia o navegando en catamarán, capturando imágenes con tu cámara en el corazón de la isla, o conociendo la arquitectura fueguina en el casco histórico de Río Grande.

Lugares como el Parque Nacional Tierra del Fuego son ideales para hacer caminatas cortas alrededor de la costa del lago Acigami o en las sendas del bosque. En la orilla del lago Fagnano podes caminar por sus playas pedregosas, mientras que la Reserva Costa Atlántica en la zona norte de la isla te invita a apreciar las aves marinas y la inmensidad del paisaje.

Mientras la naturaleza te ofrece escenarios llenos de contrastes, en las ciudades podés encontrar opciones para un día de lluvia o un momento de relax: museos, cafés, duty-free shops y comercios donde comprar un souvenir de tus vacaciones. Y para acompañar tus recorridos, los restaurantes locales te invitan a probar los mejores platos de la cocina fueguina, como la centolla, la trucha, el cordero, y una variedad de dulces y chocolates artesanales. Al culminar la noche, podés degustar cervezas y licores producidos en la isla, con los mejores estándares de calidad.

Disfrutá tus vacaciones haciendo una pausa para relajar los sentidos con el encanto de nuestro Otoño del Fuego.